El Cardenal
estadounidense Raymond Burke, Presidente de la Corte Suprema del
Vaticano, explicó que los sacerdotes no deben cambiar las oraciones de la Misa dado que ellos no son
los protagonistas de la liturgia, sino que lo es el mismo Jesucristo.
En entrevista
concedida a ACI Prensa, el Presidente del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica
en el Vaticano explicó que el sacerdote no debe modificar o añadir palabras a
las oraciones de la Misa
considerando que todo presbítero es "un servidor del rito" y "no
el protagonista ya que lo es Cristo".
"Entonces es
totalmente equivocado que un sacerdote piense ‘¿cómo puedo hacer esto más
interesante?’ o ‘¿cómo lo puedo hacer mejor’?"
El Cardenal, que es
uno de los colaboradores más cercanos al Papa Benedicto XVI, recordó que el
Código de Derecho Canónico señala que el sacerdote debe "con precisión y
devotamente observar lo escrito en los libros litúrgicos y así tener cuidado
para no agregar otras ceremonias u oraciones de acuerdo a su propio
juicio".
"¿Qué tipo de
pensamiento tiene alguien que puede pensar que puede mejorar la liturgia que ha
estado en la Iglesia
por siglos? Pensar eso es absurdo", precisó el Purpurado.
El Purpurado explicó
luego que el Código de 1917, modificado por el de 1983, establece que un
sacerdote en pecado mortal no debe celebrar Misa "sin antes no acceder a
la confesión sacramental" o lo más pronto posible "en el caso de no
contar con un confesor", cuando la
Misa sea "muy necesaria" y haya hecho un acto de
contrición perfecto.
"Me parece que
ese canon de 1917 fue eliminado pero creo que debe reintroducirse, porque la
idea de dignidad está bien de manera preeminente para un sacerdote que está
ofreciendo el sacrificio", dijo.
El Cardenal de 64
años de edad también dijo a ACI Prensa que es necesaria una reforma de la
sagrada liturgia, siguiendo lo establecido por el Papa Benedicto XVI y
"enraizada en las enseñanzas del Concilio Ecuménico Vaticano II" así
como "adecuadamente conectada con la tradición".
En su opinión, esto
significa evitar diversas innovaciones como los "servicios de la
comunión" liderados por laicos o religiosos cuando existe una parroquia
sin sacerdote para presidir la
Eucaristía dominical.
"No es bueno
para la gente participar repetidamente en estos tipos de servicios los domingos
porque pierden el sentido del Santísimo Sacramento", precisó.
El exceso de este tipo
de servicios, añadió, puede ser también algo que desaliente las ordenaciones
sacerdotales porque con estos servicios un joven con vocación al sacerdocio
"ya no ve ante sus ojos la identidad de la vocación a la que está
llamado".
En la entrevista con ACI
Prensa, el Presidente de la Signatura Apostólica se refirió también a
"la duda" en la aplicación de penas canónicas en las décadas
recientes y a los "abusos y violaciones de la ley eclesial" que se
dan en el ámbito litúrgico.
Tales sanciones, dijo
el Cardenal Burke, son "primeramente medicinales" y buscan
"llamar la atención de la persona sobre la gravedad de lo que está
haciendo para que no lo haga más".
"Las sanciones
son necesarias", agregó.
"Si en 20 siglos
de la vida de la Iglesia
se necesitaron sanciones, ¿por qué en nuestro siglo de repente debemos pensar
que no son necesarias? Eso también es absurdo", concluyó.
DUBLÍN, 11 Jul. 12 /
08:15 pm (ACI/EWTN Noticias).-
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