Carta del padre Lombardi al “Financial Times” sobre el caso IOR
Ayer el IOR volvió al centro de la atención de los medios de comunicación internacionales con motivo de una investigación, por sorpresa, de la Fiscalía de Roma.
Dado que las actividades del IOR se desarrollan en ámbito internacional, y que su Presidente es una figura muy respetable y bien conocida en el mundo de las finanzas internacionales, es conveniente que yo, como responsable de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, hago una aclaración para evitar que se difundan informaciones inexactas y que se causen daños a las actividades del Instituto o a la buena reputación de sus directivos.
El IOR no es un banco en el sentido estricto del término. Es un instituto que administra los bienes de las instituciones católicas cuyo objetivo es apostólico caritativo a nivel internacional. El IOR está situado en el territorio de la Ciudad del Vaticano, es decir, fuera de la jurisdicción y vigilancia de los diversos bancos nacionales.
Debido a su especial estatus, su posición en el sistema financiero internacional y sus reglamentos requiere una serie de acuerdos, en particular a la luz de las nuevas normativas establecidas por la Unión Europea para la prevención del terrorismo y del blanqueo de dinero, para establecer los procedimientos necesarios de modo que la Santa Sede sea incluida en la Lista Blanca.
Desde el día de su nombramiento, de acuerdo con el mandato explícito de las más altas autoridades del Vaticano y del Comité de Inspección del IOR, el presidente Gotti Tedeschi se está dedicando con gran empeño a asegurar la absoluta transparencia de las actividades del IOR y su respeto de las normas y procedimientos que permitan incluir a la Santa Sede en la Lista Blanca. Para ello, los contactos con el Banco de Italia, con la Unión Europea y con los organismos internacionales competentes -la OCDE y el GAFI- son intensos y fructíferos.
Por eso, la Secretaría de Estado vaticana, en el comunicado oficial del pasado martes, manifestaba su perplejidad y asombro por la investigación de la Fiscalía de Roma, que ha tenido lugar precisamente cuando esa tarea y esos contactos estaban en marcha, con la mejor buena voluntad de llegar pronto a soluciones estables.
La naturaleza y la finalidad de las operaciones que son objeto de investigación podían haberse aclarado con extrema sencillez y rapidez, ya que se trata de operaciones de tesorería de las cuales es destinatario el mismo instituto sobre cuentas de pertinencia suya en otros institutos de crédito. El inconveniente se ha producido por un "misunderstanding" (malentendido), que se está estudiando, entre el IOR y el banco que había recibido la orden de transferencia.
La Santa Sede reafirma, por lo tanto, sea su confianza absoluta en los dirigentes del IOR, sea la voluntad de transparencia plena en las operaciones financieras que lleva a cabo ese instituto, en conformidad con los procedimientos y normas que exigen actualmente la seguridad y la transparencia de las operaciones en el sector de la finanza internacional.
[Traducción al español ofrecida por el Vatican Information Service]
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 23 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).-
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